FREMM pide mayor control en el pago del impuesto sobre los gases fluorados
La Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores (CNI) y Confemetal, a las que pertenece FREMM, reclaman un control estricto para evitar el fraude en impuesto sobre los gases fluorados, que pone en peligro la pervivencia de las empresas y profesionales que respetan la legalidad.
FREMM comparte la preocupación por el incremento de la competencia desleal que genera el impago del impuesto de los gases fluorados. CNI denuncia que en un buen número de ocasiones el propietario de las instalaciones compra el gas sin pagar el impuesto y pide a su instalador que haga la recarga poniendo en la factura otro concepto (sustitución de compresores, por ejemplo) para evitarlo.
A propuesta de CNI, a la que se suma FREMM, la Federación Española de Asociaciones de Organismos de Control (FEDAOC) ve posible ampliar las inspecciones de instalaciones con la comprobación de las facturas de la instalación para verificar que los equipos o trabajos realizados concuerdan con el estado actual de la instalación y los libros de registro. Esta comprobación evitaría que el propietario de la instalación pida al instalador poner conceptos falsos en la factura y de esta forma se impediría la compra de gas en el mercado negro.
En este sentido, una manera de hacer aflorar las instalaciones ilegales es aprovechar la posibilidad que tienen las comunidades autónomas de legalizar instalaciones existentes en las disposiciones transitorias, tal y como se hizo en electricidad, productos petrolíferos y muy pronto en el Registro de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas. De esta forma, la comunidad autónoma contrataría los servicios de las OCAS para localizar instalaciones ilegales (en base al CNAE por ejemplo).
Por otra parte, CONFEMETAL -en la que el presidente de FREMM, Alfonso Hernández Zapata, es vicepresidente- enviará al Secretario de Estado de Hacienda una carta advirtiendo que el pago por adelantado del IVA sobre el impuesto de los gases fluorados representa una carga inasumible para la empresa instaladora, máxime si se tiene en cuenta que a veces no llega a pagarse la factura o se abona con mucho retraso.